15 de octubre de 2009

LA MEJOR OPORTUNIDAD


Hoy, mientras acomodaba unas cosas en el comedor, escuché a mamá quejarse de las hormigas: “no hay lugar donde deje el sirope que no lleguen esos bichos; parece como si alguien les avisara”.

Lo de las hormigas me pone a pensar. Es increíble: las hormigas sin teléfono, fax, Internet, cable, ni medios de comunicación, “adivinan” el sitio exacto que les ofrece la mejor oportunidad.

Pienso: “si la miel de las oportunidades existe ¿por qué no llegamos a ella con la misma facilidad que lo hacen las hormigas con el sirope?”.

Es cierto: hay personas que son como las hormigas con la miel; donde están las oportunidades, ahí están ellas, reclamando las suyas.

Lo importante no es tener acceso a muchas oportunidades, porque eso puede crear confusión.

Lo que sí vale la pena es buscar oportunidades de calidad, aquellas que son para nosotros, que valen el esfuerzo por conseguirlas.

Nunca pienses que no hay oportunidades para ti, que se agotaron o que se las dieron a otros.

Nunca creas que como no has encontrado oportunidades ya no las vas a encontrar; al contrario, piensa lo correcto: no has buscado lo suficiente.

Siempre, en todo lugar, habrá oportunidades para ti y para quienes crean que las hay; el problema está en buscarlas como conviene hasta dar con ellas.

En esta vida hay mundos llenos hasta el tope de oportunidades; la red Internet es uno de ellos.

Quien se mete a Internet y se pone a chatear, a curiosear o a buscar juegos, es como el que coge sus oportunidades, las hace un puño y las envía al basurero.

Cierra las puertas de tu mente a la información basura, a esa que te roba el tiempo, los recursos y no te produce nada.

Si te metes a Internet y no encuentras oportunidades, piensa que el problema está en que no buscaste bien. No en la Internet.

Cuántas veces nos sentamos frente a un piano y por más que tocamos todas sus teclas, nuestra ignorancia nos impide arrancar una simple melodía al instrumento. ¿Culparemos por eso al piano?

Recuérdalo bien: Dios no ha cerrado aún la llave de las oportunidades, es la gente en su desesperación por hallarlas, que cree que estas se acabaron.

Ruega a Dios que te dé dirección para llegar hasta donde están tus oportunidades; discernimiento para elegirlas, e inteligencia y sabiduría, para saberlas aprovechar.

1 comentario:

Karla Delgado dijo...

Me encantó! Es muy cierto todo lo que dice.
Saludos.