Por: Luis Fernando Mata
En este año que termina por todo hoy te doy gracias SEÑOR.
TÚ eres el ÚNICO, el ABSOLUTO. Antes de TÍ no hay nada y después de TÍ, tampoco.
Porque al ser TÚ el SUPREMO: a ninguna ley estás sujeto; antes bien, todas las leyes de TÍ proceden y dependen.
El tiempo y el espacio no te tocan sino que están ahí, a tu servicio. TÚ les dices "sean" y son o les ordenas "dejen de ser" y desaparecen.
Bendito sea TU NOMBRE SEÑOR, todos van y todos vienen, mas sólo TÚ permaneces.
Imposible es describirte con palabras humanas. Imposible es pintarte con colores materiales, porque ¿cuál humano te ha visto? ¿cuál mortal ha mirado el esplendor de tu gloria y sobrevivió?
¿Quién pudo mirarte SEÑOR, tal cual eres y luego se sentó a escribir y nos lo contó? ¿Dónde están sus palabras? ¿Dónde su descripción?
¡Bendito y alabado seas por siempre SEÑOR!
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