25 de septiembre de 2011

DIARIO EXTRA.: RADIOGRAFÍA DE UN ÉXITO

 Por: Luis Fernando Mata

Muchos pensaron que William Gómez estaba loco, cuando a mitad del año 1979 decidió dejar La Prensa Libre para asumir a Extra, un periódico que estaba a punto de cerrar.
Era una especie de suicidio empresarial, porque significaba dejar atrás la cómoda posición de gerente de ventas de La Prensa Libre, el mullido sillón en su Consejo Director y la empresa Publinac, un negocio excelente del que era dueño y funcionaba ahí en «La Libre».
«Cuando estaba decidiéndome -dice William Gómez- me fui a caminar por la Avenida Segunda y me puse a observar de qué hablaba la gente en las calles y en las cantinas. Me di cuenta de que ningún periódico estaba tratando aquellos temas que verdaderamente interesaban al pueblo.
«Pensé que si hacía de Extra un periódico del pueblo, con los temas que interesaban al ciudadano común, podría tener éxito y creo que gracias a Dios no me equivoqué».
La historia de Extra nos remite a un pasado reciente que, para ser honestos, se escribe de dos maneras: antes y con William Gómez.
Antes de William
A raíz del cierre del periódico Excelsior, el 11 de marzo de 1978, un grupo de periodistas se sumó a la nómina del matutino La Hora, que se tiraba en la Impresora Costarricense, cuyo gerente era José Andrés Borrasé Taylor (Q.d.D.g.).
Pero un día, los de La Hora no tuvieron recursos para ese tiraje, y fue entonces que Borrasé tuvo la idea de crear un periódico parecido a La Hora.
Al ser José Andrés gerente de la Impresora Costarricense podía salir sin pagar, al menos de momento, los costos del tiraje, cargándolos a la cuenta de La Prensa Libre.
Extra fue diseñado por Borrasé Taylor como un medio de comunicación de bajo presupuesto, de ahí que en un principio utilizó recursos sobrantes de mobiliario, papel, tinta y material periodístico de La Prensa Libre.


El primer número de Extra salió a la calle el lunes 18 de setiembre de 1978 de la mano de su primer director, el periodista y escritor Guillermo Villegas Hoffmaister, quien bautizó al periódico con el nombre «Extra».
El diseño del logotipo en rojo, que caracteriza a este periódico, fue una creación de Salustio Pauta, experto peruano, contratado en su país de origen para el diseño de Excelsior. Hasta hace pocas semanas Pauta se desempeñó como Jefe de Diseño del diario La Nación.
Los primeros números de Extra estuvieron a cargo, enteramente de Villegas y también de Henry Oconitrillo Jara, y en lo administrativo, de José Andrés Borrasé Taylor.
Como fotógrafos se utilizó a los de La Prensa Libre: Roberto Montero y Gonzalo Valerio.
Los primeros periodistas contrados para Extra fueron Manuel Zúñiga Quesada (Q.d.D.g.), diarista pensionado por La Nación; Orlando Nuñez Pérez, quien venía de Excelsior que cerró en marzo de 1978; Tony Montes que venía de La Hora; Orlando Chaves Cárdenas, quien tenía un noticiario en Canal 11 y la periodista nicaragüense Gladys Miranda Arellano (Q.d.D.g.).
La pequeña primera oficina que ocupó el nuevo periódico funcionaba muy cerca de los servicios sanitarios de La Prensa Libre en el segundo piso, en ese edificio estuvo de setiembre de 1978 a marzo de 1979.
Algunos de los primeros trabajadores de Extra estaban fijos, otros no tenían sueldo, su trabajo era a manera de colaboración, porque la empresa aún no daba para pagarles.
¿Qué pasó con este primer grupo, que se mantuvo firme desde la edición número 1, en setiembre de 1978 a la 140 en marzo de 1979?
La respuesta la ofrece el propio ex primer director de Extra, Guillermo Villegas Hoffmaister.
«Precisamente a la hora en que estábamos trabajando, se armaba a diario un tremendo escándalo con un campeonato de ping pong y no nos hacían caso, nos fuimos a quejar a los dirigentes de La Prensa Libre, y no hubo manera de parar ese asunto. En un gesto solidario todos los miembros de la redacción nos fuimos para la casa, porque era algo intolerable.
«Por seis meses trabajamos arrimados en una oficinilla donde había tres escritorios para todos, con tres máquinas de escribir portátiles que nos obligaban a turnarnos. Uno de los escritorios tenía una pata quebrada y había que calzarla con una lata de atún».
«La renuncia en ese tiempo de todos los que trabajábamos en Extra fue un asunto de dignidad. Nos dolía dejar el trabajo en un periódico valiente, sin cortapisos de nada», explica Villegas, quien a la fecha ha publicado nueve libros, en su mayoría sobre temas históricos de nuestro país.
Después de la salida de Villegas y su equipo, Extra sacó dos números sin el nombre del director, hasta que llegó José Joaquín «Pepe» Loría, quien retomó a Extra en el No. 142, hasta el 197 con periodistas y trabajadores de La Prensa Libre. «Para aquellos que aportaban material periodístico para Extra le pagaban un sobresueldo que en ese tiempo era llamado “La Minifalda”».
Luego, es en la edición 200, cuando Extra cambia una vez más de director al periodista Luis Alberto García (Q.d.D.g.) tomado también de La Prensa Libre y que funje en ese cargo de ahí en adelante.
Curvas peligrosas
En el transcurso de los seis primeros meses de vida, la primera página de Extra mostraba fotografías de mujeres muy hermosas, algunas de ellas desnudas, otras en minúsculos vestidos de baño.
Esta política editorial resultó muy criticada por parte de algunos sectores, que no admitían que un medio escrito rompiera de buenas a primeras con la tradición de la noticia seria.
De ahí que en la edición No. 6 Extra se defiende de un ataque que da por cierto aquel dicho de «No hay peor cuña que la del mismo palo», al proceder de La Prensa Libre.
Bajo el título de «Belleza si, pornografía no», Extra defiende su derecho a publicar las chicas semidesnudas en los siguientes términos.
«Las damas que hemos publicado despojadas de sus atavíos, mostrándose tal y como Dios las creó, son obras de arte de Natura, no modelos de pornografía…».
Otro aspecto nocivo de las chicas en bikini era la mentalidad mojigata y tradicionalista de los publicistas, de ahí que desde un principio resultó muy difícil incluir publicidad en la naciente Extra.
Enderezando el timón
Después de la salida del primer equipo periodístico de la Extra, la dirección quedó en manos de José Joaquín «Pepe» Loría, quien toma el timón informativo a la altura de la edición142, hasta el 197 del miércoles 16 de mayo de 1979.
Loría da un brusco viraje al periódico, limpia la primera página de mujeres desnudas y enfatiza en la información nacional y deportiva; sin embargo, en términos de circulación Extra enfrenta su primera gran crisis por falta de compradores.
“Ya a los seis meses casi no vendían, además habían acumulado una gran cuenta con Impresora Costarricense. A mi me había correspondido diseñar los avisos de la salida de Extra en La Prensa Libre. Ya la Extra estaba a punto de cerrar. Yo dentro de La Prensa Libre tenía una empresa que se llamaba Publinac (Publicaciones Nacionales), con un fuerte saldo a mi favor en la contabilidad.
«Hablamos José Andrés y yo sobre el futuro de Extra y propuse coger el saldo de Publinac para pagar parte de las cuentas e hicimos una sociedad 50-50 y me vine a trabajar a la Extra el 1 de julio de 1979», explica William Gómez.
Oficialmente, el primer director de Extra en la etapa que iniciaba William Gómez fue Luis Alberto García (Q.d.D.g.), un periodista de La Prensa Libre.
Gómez asume la dirección de Extra y su nombre es anunciado en los créditos como tal hasta que logra obtener la colegiatura en periodismo en 1985.
Algunos peros
Al igual que Loría, Gómez deja de poner modelos desnudas en primera página y empieza un énfasis en la nota de sucesos, con sus incidencias y detalles humanos.
Sin embargo, Gómez admite que Extra tardaría cinco años en despegar, de ahí que arranca con un tiraje de 700 ejemplares, de los cuales se venían a lo sumo 300, tendencia que se prolongaría durante un año.
«Había dos problemas que resolver: el pasado de la Extra con las mujeres desnudas y la psicosis provocada por la quiebra de Excelsior, que llevaba a la gente a decir que Costa Rica sólo daba para tres periódicos: La Nación, La República y La Prensa Libre», dice Gómez.
Cuando asume Extra, William Gómez decide despedir a los empleados que tenía José Andrés Borrasé. ¿Razones? No podía pagarles porque no se estaba produciendo nada.
Los primeros empleados de Extra, en la etapa de William Gómez fueron Luis Alberto García (Q.d.D.g.), Flavio Vargas, Hugo Araya. Luego Flavio y Luis Alberto se marcharon y sólo quedaron Hugo y William, con Roger Córdoba de fotógrafo. Administrativamente eran Dunnia Ugalde y su esposo, Marcos Valverde. Así se trabajaron los primeros tres años.
«Muchas veces pasamos de seguido, dormíamos 2 o 3 horas aquí mismo, porque el trabajo era mucho y seguíamos siendo los mismos».
Hoy día, de cinco empleados, Extra pasa a tener 227 funcionarios, incluyendo a los del Canal 42, La Prensa Libre y Radio América.
Indirectamente Extra también da empleo a unas tres mil personas, entre agentes y vendedores.
«Duramos un total de 15 años sin anuncios, porque el país tenía una clase empresarial muy conservadora. Se les erizaba el pelo a esa gente de sólo imaginarse saliendo en Extra, al lado de la noticia de una joven violada por cuatro hampones.
«Pero desde hace cinco años atrás, una nueva generación de publicistas y empresarios ya se anuncian en Extra, porque ellos quieren aparecer en el periódico de mayor circulación y que sus productos se vendan», agrega.
Con el paso de los años Extra se ha agigantado. Ya su volumen de circulación frisa los 135 mil ejemplares con los que se cubre a todo el territorio nacional.
De ahí que si tomáramos los 135 mil ejemplares, y los extendiéramos hoja con hoja, cubriríamos una distancia de 648 kilómetros, es decir, como ir de San José a Liberia y luego regresarse. ¿Qué le parece?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas, ¿quién brindó el dato de 135 000 ejemplares?

AttorneyKearney dijo...

Ahi laboré en el diario Extra durante un tiempo cuando estaba Don William Gomez, Hugo ¨El Gato¨ Araya, Marco y Dunia,Alonso Gomez, tambien Roger Cordoba, Jorge Chaves, y media docena de otros periodistas. Era divertido y emocionante porque con el salario, eramos casi que voluntarios. Todvia no existía Extra 42 y recien llegaban algunos nuevos periodistas y otro Fotógrafo Alonso Gómez Jr.
Lic.Gregory Kearney Lawson.:
attorneykearney@yahoo.com

Jorge Luis Chaves Cambronero dijo...

Muy buena entrevista, con una muy buena redacción de ese magnífico periodista y con dotes de escritor, Luis Fernando Mata Araya. A don William Gómez Vargas, lo recordaremos siempre. Y más como ejemplo de eso que ahora llaman emprendedores, que en realidad son pulseadores y empunchados. Y al abogado y amigo Ggegory Kearney, gracias por evocar lo que en mucho éramos, apasionados creyentes de la causa de don William, en este que es el más maravilloso oficio del mundo, y que por eso hacemos con más gusto que por hacer dinero. Saludos Luis Fernando, gracias por traernos este magnífico recuerdo. Igual atesoramos la entrevista que le hiciste a don William para la revista Chavespectáculos, inolvidable también.