·Más que anular a la realidad real, la realidad “virtual” la complementa y fortalece.
POR: Luis Fernando Mata
Todos esos juegos de vídeo que hay en su casa, desde los “antiguos” Hatari hasta las modernas versiones del Play Station o los muy interactivos “Wii” responden a la llamada “Realidad virtual”, engendrada por el ingenio humano en el mundo de las computadoras.
Cuando alguien dirigiéndose a mi escribe algo así como “se le quiere”, de inmediato y por una extraña costumbre salida del periodismo, me pregunto: “¿qué será, exactamente, lo que quiso decir?”.
Ignoro si a Ud. le sucede; pero con esa frase “se le quiere” siento que “algo” no está bien en el mensaje. Pienso al leerla: “si no fuera yo, sino el ser que más ama esa persona ¿le diría “se le quiere” en vez de “yo te amo o te aprecio de corazón”?
Un estudiante de periodismo me solicitó un listado con algunas recomendaciones, de acuerdo a las necesidades de quienes empiezan en el arte de informarse e informar.
Me tomé un tiempo para repasar errores cometidos y los detalles que pudieran ser de utilidad, no sólo a los futuros periodistas, sino a la comunidad estudiantil en general y estas son las 15 conclusiones a que llegué:
Ofrezca servicios, no pida trabajo. Usted es un profesional y para lograr que lo respeten como tal, debe antes respetarse a sí mismo.
Sueña. Todo lo bueno y útil que hay, antes de materializarse formó parte de los sueños de alguien. Pero sueña con algo más allá que ser empleado, imagínate siendo empresario, dueño de una firma asesora de servicios o al menos como consejero de una gran compañía.
No envidie ni critique a los estudiosos, creativos y trabajadores, obsérvelos y luego imítelos; cultive su amistad.
Busque desde que está en las aulas universitarias crear, fortalecer y consolidar una imagen, hágalo desde ahora.
Dale siempre al profesor más de lo que éste pide y obtendrás, como resultado, más de lo que esperas.
Inyecte credibilidad a sus investigaciones: presente fotos y vídeos en donde se vea que, en realidad, fue usted el artífice del proyecto.
Sea siempre de los primeros en llegar y él último en irte, no faltes y si faltas, lleva por escrito la excusa correspondiente, aunque el profesor no la pida.
No hagas preguntas impertinentes: no digas al profesor: ¿Saldré bien en el examen sólo con estudiar la presentación?”.
Si propones un tema, cerciórate de que éste sea de interés público, novedoso y actual.
Diga siempre la verdad: no ponga el trabajo de pretexto para faltar a clases ni ponga los estudios como el motivo para no ir al trabajo.
Algo de memoria no cae mal: el razonamiento es importante; pero también lo es la memoria. Se razona sobre lo que ya se sabe y se tiene en la memoria.
Aunque tengas grabadora o grabes en el celular, toma tus apuntes, no existe otro método y si ya lo sabes, practica.
Procura aprenderte el nombre de quienes te rodean y de preferencia, de esos que te sirven: quien te presta libros en la biblioteca, quienes te sirven el almuerzo o bien, del personal administrativo de la universidad. No hay mejor música a los oídos de los demás que escuchar la pronunciación de sus nombres.
Estudia todos los días unos cuantos minutos y así, cuando llegue el examen, sólo tendrás que repasar.
Cuídate de los bajos perfiles: ese o esa persona que ves por ahí y a la que no das importancia, bien podría ser el dueño o la dueña de la compañía o de la universidad en que estudias.
Bien, espero que estos 15 “tips” puedan resultar de utilidad para quienes deseen mejorar y recuerden: para aprender a aprender, se debe llegar temprano, nunca faltar a clases, sentarse bien adelante y poner mucha atención. Gracias a todos por su lectura.