¿Qué si te recuerdo? Claro Roberto, por supuesto:
recuerdo tus acertadas respuestas en los exámenes,
que nunca faltaste a clase, recuerdo todo tu esfuerzo.
¡Claro que me acuerdo!
Recuerdo tu trabajo final: brillante, pulido,
con mucho acierto,
con mucho acierto,
y las fotos tomadas “en exclusiva” según dijiste:
“Debí subirme a un techo y desde allí tomarlas,
casi me quiebro”.
Algo había en tu proyecto que lo hacía diferente...
parecías como metido en los zapatos de toda esa gente:
los vendedores ambulantes, los tilicheros...
Por eso Roberto no me extrañé al saberlo,
al verte allí :
eras uno de ellos, un tilichero...
¿Por qué ruborizarte Roberto?
¿Por qué bajar la mirada a tu Profe?
¿Por verte ganar el sustento?
Si tú supieras lo que ahora pienso:
que toda calificación era poca
para medir la grandeza de tu esfuerzo.
Que a partir de ahora eres mi héroe Roberto,
quisiera ser como tú eres, porque no hay
mejor lugar para un periodista que ahí,
codo a codo con el pueblo. El Profe.
2 comentarios:
que linda nota :`(... Karen CB
MUCHAS GRACIAS PROFE. ME HIZO LLORAR. ROBERTO.
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