-CRÓNICA LITERARIA-
Por: Luis Fernando Mata Araya
Hay en mi vida un misterioso recuerdo que desde hace tiempo me persigue como una sombra. Todo empezó en octubre de 19... Yo era estudiante universitario. Me dirigía a Puntarenas. De allí debía viajar hasta Guanacaste, para una investigación que exigía la carrera de periodismo. Se trataba de un análisis de las principales informaciones que se daban en un pueblo, en este caso Nandayure, para luego procesar todos esos datos desde el punto de vista noticioso.