Cuando no puedes redactar
Este artículo tan interesante me lo encontré en el blog de JANIE PICHARDO, estimado alumno del curso de Introducción al Periodismo, en este primer cuatrimestre. Anexo mi respuesta a tan temido síndrome, por si a Ud. también le ocurriera lo mismo.
EL SÍNDROME DE LA PAGINA EN BLANCO
Que raro no? siempre tienes muchas ideas en la cabeza pero a la hora de plasmarlas resulta muy difícil, a mi me ha pasado, me siento delante de la computadora y no se si es que tengo muchas cosas o ninguna por escribir pero la página se me queda en blanco.
Puede ser que quieres un articulo impresionante y por eso te cuesta concentrarte, puedo pensar que a nadie va a gustar mi articulo; es algo verdadera mente bloqueante puesto que acaba con la capacidad de producir y merma mi energía en cuanto a desarrollo se refiere, cuando esto sucede es bueno leer algo o contar una anécdota o simplemente caminar un poco e intentarlo después.
Que raro no? siempre tienes muchas ideas en la cabeza pero a la hora de plasmarlas resulta muy difícil, a mi me ha pasado, me siento delante de la computadora y no se si es que tengo muchas cosas o ninguna por escribir pero la página se me queda en blanco.
Puede ser que quieres un articulo impresionante y por eso te cuesta concentrarte, puedo pensar que a nadie va a gustar mi articulo; es algo verdadera mente bloqueante puesto que acaba con la capacidad de producir y merma mi energía en cuanto a desarrollo se refiere, cuando esto sucede es bueno leer algo o contar una anécdota o simplemente caminar un poco e intentarlo después.
1 comentarios:
- Ese tal "síndrome" se combate de una manera muy simple: con una docena de estañones de disciplina: escribiendo siempre, siempre, siempre... a toda hora, sea mañana, tarde o noche. Incluso cuando vas al baño. Quizá ahí no escribas mucho, a lo sumo de dos a tres párrafos; pero hazlo con disciplina y tenacidad. Y así, cuando te toque sentarte a escribir DE VERDAD, tendrás a tu disposición a todos esos humildes párrafos con los que podrás tejer hermosos trajes de ideas e historias sin fin. ¿Quieres escribir bien?, ¿Pero bien... de verdad? Escribe siempre, siempre, siempre, siempre y lee igual, siempre, siempre y siempre a los mejores escritores del mundo y no a los que recomienda La Nación o la Extra. Ten a mano tu propia agenda de escritores clásicos y fíjate una meta: ser un escritor de los buenos. Imagina a Manny Pacquiao, campeón de boxeo: él no espera a estar subido al ring para ponerse a pelear. ¡No! Sus triunfos se gestan, semanas, meses y años atrás, en las sombras de un gimnasio, vacío, silencioso o con quizá sólo su entrenador y un sparring. Si Manny pensara: "bueno, esperaré a estar subido al ring para pelear, por ahora... voy a irme a la playa a tomar el sol y a ver a las chicas en tanga", de un solo golpe ¡¡¡TOMEEE CHICHÍ !1 el retador lo pondría horizontal a mirar las estrellas. Bendiciones!!!!